domingo, 1 de noviembre de 2009

EL ZORRO Y EL CUERVO

Cierto cuervo, de los feos el primero, robo un queso y, llevando su botín, fue a saborearlo en la copa de un árbol y en estas circunstancias lo vió un zorro muy astuto y comenzó a adularlo con la intención de arrebatárselo.
-Ciertamente, hermosa ave no existe entre todos los pájaros quien tenga la brillantez de tus plumas ni tu gallardía y belleza. Si tu voz es tan melodiosa como deslumbrante tu plumaje, creo, y con razón, que no habrá entre las aves quien te iguale en perfección.
Envanecido el cuervo por este elogio, quiso demostrar al galante zorro la armonía de su voz. Al comenzar a graznar dejó caer el queso de su negro pico.
El astuto zorro que no deseaba otra cosa, cogió entre sus dientes la suculenta presa y, dejando burlado al cuervo, se puso a devorarla debajo de la sombra de un árbol.


Quien a los aduladores oye nada bueno espere de ellos.

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